La desigualdad en México… multimillonarios aumentan 33% sus fortunas

La desigualdad económica en nuestro país, lejos de disminuir va en aumento de acuerdo con Oxfam México.

El informe «¿Quién paga la cuenta? Los mitos detrás de los impuestos a las grandes fortunas en México» devela que a pesar de las nuevas políticas tanto sociales como laborales, la brecha en este tema es muy amplia.

La pandemia de COVID-19 incrementó diversas problemáticas, entre ellas la desigualdad económica.

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), 43.9 millones de mexicanos viven en la pobreza, y de ellos 8.5 millones están en pobreza extrema.

Frente a esta cifra, las personas que tienen una fortuna neta mayor a los 1,000 millones de dólares, aumentaron su riqueza el 33% durante la emergencia sanitaria y hasta noviembre de 2022.

«Las fortunas de los súper ricos crecieron 117 veces más rápido que el resto de la economía y sin pagar ni un peso más por estas ganancias extraordinarias. Por cada $100 pesos de riqueza que se crearon entre 2019 y 2021, se fueron $21 pesos al 1% del grupo más rico, y apenas $0.40 pesos al 50% más pobre. Esto es especialmente relevante en una sociedad históricamente caracterizada por extremas desigualdades económicas y sociales, donde el 1% más rico de la población (apenas 1.2 millones de personas) concentra casi $47pesos de cada $100 pesos de riqueza en el país», se lee en la investigación.

Sumado a ello, las personas con ingresos superiores a 500 millones de pesos apenas representan 0.03% de la recaudación total de los impuestos federales.

«Las grandes empresas pagaban hasta 2021 unas tasas efectivas de ISR de entre 1 y 8% del total de sus ingresos, muy por debajo de 30% que establece la ley», señala en su comunicado.

«Mientras la gente corriente hace sacrificios diarios en lo esencial como los alimentos, los súper ricos han superado incluso sus sueños más osados. Tras solo dos años, la presente década ya se perfila como la mejor hasta la fecha para los multimillonarios: una década dorada de bonanza económica para los más ricos del mundo», afirma Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam Internacional.

En América Latina y el Caribe hay 91 personas multimillonarias y 15 de ellas son originarias de México. Quien encabeza el listado en la región es Carlos Slim.

La fortuna del magnate es más grande que la riqueza de la mitad de la población del país (65 millones) y que el resto de la gente mexicana que está en el listado.

«Su riqueza ha crecido desde el principio de la pandemia en 42%, equivalente a 25,500 millones de dólares adicionales, a un ritmo desenfrenado de 750 millones dólares al mes, 25 millones por día o un millón de dólares por hora, en promedio. (Sus ingresos) se han multiplicado por cinco en los últimos 22 años, lo que equivale a 71,900 millones de dólares más desde el año 2000 o 3,200 millones adicionales por año», expone Oxfam México.

El que solo 15 personas en México tenga gran parte de la riqueza afecta al resto de la población, debido a que incrementa la desigualdad económica.

«Tras casi tres años de pandemia, los niveles de pobreza en el país alcanzaron a 44 de cada 100 personas en México en 2020, mientras que casi nueve de cada 100 personas en el país se encontraban en situación de pobreza extrema hasta ese año. A pesar de los recientes incrementos sostenidos que han permitido la recuperación del salario mínimo tras tres décadas de rezago, la pobreza laboral —es decir, la situación en que las familias tienen ingresos laborales inferiores a una canasta básica, a pesar de trabajar a tiempo completo— alcanza a cuatro de cada 10 personas en México», menciona la organización.

A pesar de los incrementos que han permitido la recuperación del salario mínimo tras décadas de rezago, la pobreza laboral –la situación en que las familias tienen ingresos laborales inferiores a una canasta básica, a pesar de trabajar a tiempo completo– alcanza a cuatro de cada 10 personas en México.

Las grandes fortunas no pagan impuestos en México. Por ello, un gravamen federal a la riqueza permitiría recaudar hasta 270 mil millones de pesos anuales (equivalente al presupuesto anual del Gobierno de la Ciudad de México), con una tasa de 2 por ciento para quienes posean más de 20 millones de pesos, de 3 por ciento para quienes se encuentren arriba de 100 millones y de 5 por ciento para los multimillonarios, es decir quienes tienen fortunas de más de 20 mil millones de pesos (mil millones de dólares). Esto sería suficiente, por ejemplo, para incrementar el gasto en salud pública federal en casi 40%.

Oxfam México propone cinco soluciones para disminuir la desigualdad económica en el país.

1. Impulsar cambios fiscales «de raíz»

«Estas modificaciones, necesarias tanto en la federación como en los gobiernos subnacionales, deberían priorizar la recaudación progresiva de dinero público y la transparencia en quién paga y a qué se destinan (los recursos) (…). Deben aspirar a un incremento sistemático del impuesto sobre la renta de 1% de mayores ingresos; igualar las tasas que se cobran tanto al trabajo como el capital; impulsar impuestos a las grandes herencias y donaciones, y revisar los impuestos actuales a la propiedad, como el predial y la tenencia, para que recauden mejor y de quienes más propiedad poseen», precisa.

2. Tener un impuesto federal para las grandes riquezas

Este, según la organización debe aplicarse de manera progresiva y requiere contar con una tasa de 2% para quienes tengan más de 20 millones de pesos, 3% para quienes posean alrededor de 100 millones y 5% para las personas multimillonarias, es decir cuya riqueza sea de 20,000 millones de pesos.

Con ello, Oxfam México calcula que se recaudarán aproximadamente 270,000 millones de pesos al año, lo que permitiría por ejemplo, subir 40% el gasto en salud pública a nivel nacional

3. Dar «empuje» a la inversión pública en infraestructura social

Al incrementar la recaudación, el gobierno debe destinar esos recursos para servicios de salud, educación y cuidados.

«Deben partir del reconocimiento de las necesidades de las distintas poblaciones y territorios, para romper con la lógica de los megaproyectos», pondera Oxfam México.

4. Poner «bajo la lupa» los privilegios fiscales de la población más rica para disminuir la desigualdad

Se requiere evaluar y eliminar las renuncias recaudatorias y otros privilegios fiscales en los códigos de la materia, porque se centran especialmente en la población más acaudalada.

Estos cambios, según la organización, necesitan incluir deducciones, exenciones, descuentos y diversas maneras de renuncia recaudatoria.

5. Alentar la participación activa del gobierno en discusiones fiscales regionales

«México tiene un contexto político favorable para aportar a un movimiento regional desde las acciones de política fiscal, que ayuden a promover sistemas fiscales más justos y a favor de la vida y los cuidados» pondera.

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