Unifin Financiera informó que dejará de pagar intereses y capital de su deuda desde la presente fecha, y todo el tiempo necesario para negociar acuerdos definitivos con sus acreedores “en relación con una reestructura estratégica, de manera ordenada y consensuada”.

En un comunicado a la bolsa divulgado en días pasado, Unifin, dijo que “las obligaciones de pago bajo estructuras de bursatilización privadas sin recurso para la compañía continuarán cumpliéndose de conformidad con sus términos”.

La entidad afirmó que derivado de la situación que afecta al sector financiero no bancario del país, así como por el entono global, la compañía enfrenta un acceso limitado a fuentes de financiamiento “lo cual ha afectado su estructura de capital y liquidez” y que analiza estrategias enfocadas a mantener fuentes de ingresos y fondeo.

Informó que “tiene la intención” de negociar con sus acreedores acuerdos de espera que le permitan implementar la reestructura, negociar y concretar potenciales operaciones de financiamiento, refinanciamiento, inversión y capitalización.

Deja ver en su comunicado que es víctima de los negros antecedentes de otras entidades financieras no bancarias recientes, que generaron una enorme ola de desconfianza e incertidumbre y complicaron el acceso a los mercados de financiamiento. No las mencionó por su nombre, pero seguramente se refiere a Alpha Credit y Crédito Real, que recientemente desbarrancaron.

Además de la severa caída que registró el valor de las acciones de Unifin, desde el primer momento en que se hizo público el anuncio del problema, se le vino el mundo encima. De inmediato vino la degradación crediticia por parte de Standard and Poor’s Global Ratings y HR Ratings. La estrepitosa caída de Unifin, no se preveía. Apenas el pasado 31 de mayo había anunciado un acuerdo con Credit Suisse para obtener una línea de crédito por hasta 500 millones de dólares, para refinanciar su deuda. El 9 de agosto por la mañana, Unifin tenía calificación crediticia de AA- y por la tarde pasó a una calificación C-, 15 niveles por debajo de la que tenía, advirtió el analista Luis Gonzali.

Todavía es temprano para conocer los detalles de la trama que condujo a Unifin al despeñadero.

La cartera de crédito de Unifin es muy elevada, ronda los 80 mil millones de pesos. El impago de Unifin es un escándalo en el ámbito financiero no bancario.

Hay que recordar que las autoridades gubernamentales venían diciendo que los casos de Crédito Real y otros, no tenían un perfil sistémico.

Por ahora lo que ha dicho la entidad financiera no bancaria, es que es víctima de la desconfianza e incertidumbre que provocaron sus antecesoras en problemas y que cerraron la llave del financiamiento.

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