Innovar y crecer… o desaparecer

Todos los empresarios saben que lo tienen que hacer, si quieren mantener su negocio a flote; pero viene la pregunta: ¿cómo hacerlo?, ¿por dónde empezar?

En este mundo moderno tan cambiante, donde la vida de la sociedad es muy dinámica y el empuje de la tecnología nos obliga a reaccionar y adecuarnos, debemos innovar en nuestra empresa y no caer en la obsolescencia. Por ejemplo: en 2007 se inventó el primer iPhone, y ahora es, junto con los Smartphone’s, son una herramienta indispensable para la vida diaria del 97% de la población.

Hoy es difícil pensar la vida sin Waze para llegar a algún lugar, o escuchar música sin Spotify, u organizar o comprar un viaje sin internet… es la modernidad.

Cada día los usuarios del sistema financiero, exigen procesos y soluciones rápidas, acorde con el avance tecnológico que no se detiene. Si deseo mantener a flote mi negocio, debo estar a la par de mi competencia, y de ser posible innovar y ofrecer mejores soluciones a los clientes, lo que al final, se convierte en mejor atracción de clientes.

Se dice fácil, pero… ¿por dónde empezar?

Muchas veces pensamos que el tema tecnológico es algo caro y complejo, que tendremos que hacer grandes inversiones o que tenemos que contratar a alguna de las grandes firmas de desarrollo de software y adquisición de sofisticados sistemas, u obtener un gran capital para fondeo, o crear una inmensa red de sucursales para extender mi negocio, etc.

Esto tiende asustar a cualquiera y a llevarnos a sentir que no estamos listos o que no tenemos la capacidad aún, o que no nos alcanzara, o simplemente tanta información nos abruma, lo cual nos lleva simplemente a no tomar una decisión.

Y la realidad es que eso es un mito, porque hoy en día se puede implementar una innovación tecnológica en toda organización inclusive sin gastar dinero o gastando muy poco porque hay muchas opciones y cada día hay más, inclusive gratuitas, que podrías ir implementando en tu negocio, como una estrategia de tecnificación y digitalización de los procesos.

¿Qué es lo primero que podría hacer?

Asignar a un responsable de la innovación tecnológica de la compañía.

Un responsable que sea el encargado de traer o revisar nuevas ideas e implementarlas. Puede ser alguien dentro de tu organización o un puesto nuevo cuya tarea sea detectar las áreas de oportunidad, buscar soluciones e implementarlas. Si no tienes un responsable… ¡búscalo!, lo que sucede es que nunca hay tiempo ni espacio para las múltiples ideas que puedan nacer en la organización.

Esta persona o personas debe tener objetivos como implementar cierto número de innovaciones en cierto tiempo. La realidad es que hoy las empresas funcionan por ejemplo, tomando como base Excel para todo, en el mejor de los casos y aunque es una buena herramienta, condena los procesos a la manualidad y velocidad del ser humano.

Consigue a una persona curiosa, creativa y que encuentre, busque, explore y experimente; esa es la personalidad número uno. En el mundo ideal, dentro del equipo de innovación debería haber al menos un investigador tecnológico y un experto en el negocio que puedan conjugar su experiencia en conjugar ambos mundos en beneficio de la empresa; un tercero que pueda ayudar a ejecutar las ideas resultantes, analice resultados y retroalimente agregando sus ideas y conclusiones desde el punto de vista práctico y eficiente del proceso, a fin de permitir afinar las mejoras.

Implementar una cultura de innovación en tu empresa.

Por más que el líder tenga claro la necesidad de innovación y tecnología, es fundamental que se contagie a toda tu organización, y para ello debemos incentivar que todo mundo desde su puesto de batalla; las mejores ideas pueden venir de los que realizan la operación día a día. En organizaciones sin cultura de innovación, sus trabajadores normalmente se estancan con él “así se ha hecho siempre”.

Por lo tanto, tienes que fijar a cada miembro de tu organización un objetivo de innovación en sus procesos, no importa el nivel: desde el personal de limpieza debe tener una obligación de proponer al menos una idea en cómo podrían hacer su trabajo más fácil o más sencillo. La mejora puede ser operativa, puede ser en proceso o puede ser tecnológica. Deja abierto ese canal, incentiva que toda tu organización sea responsable de proponer y así no va a quedar solamente en una persona. Mide su desempeño y eficiencia con alguna métrica de número de propuestas presentadas.

La persona o equipo de innovación será el responsable de recibir las ideas y evaluar la conveniencia de implementarlas.

Implementar tecnología no siempre debe ser caro.

Es un mito pensar que todo es carísimo o todo tiene que ser sistemas. Efectivamente, hay muchos sistemas caros y muy buenos, hay muchas empresas que se dedican a desarrollar tecnología y soluciones tanto estandarizadas como personalizadas y claramente son opciones, pero también lo puedes hacer poco a poco.

En el mundo de la tecnología ha salido una ola de startuperos y empresas Fintech, que son emprendedores que están desarrollando cosas e inclusive sus primeras versiones son gratuitas o las funciones básicas son gratis y las puedes empezar a implementar y a probar dentro de tu organización y esta podría ser la forma de empezar a implementar tecnología en tu empresa.

La clave es ser curioso, navegar, explorar e investigar. Revisa apps, programas en las categorías de negocios de las tiendas o sitios de tecnología y deja que en tu empresa la gente experimente.

Si no cambias la forma de pensar, la innovación no va a llegar a la Institución, y si tu empresa no empieza a innovar prepárate para cerrarla… que tarde o temprano sucederá.



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