Las remesas internacionales… ¿un logro?

En el tercer informe de gobierno del presidente de la República, se adjudicó nuevamente como “un logro” en materia económica, el incremento de las remesas que México recibe de quienes viviendo en el extranjero, envían a sus familiares de manera regular, cantidades de dinero para subsistir el día a día.

Muchas personas que trabajan en otros países y teniendo como destinatarios directos o indirectos a cónyuges, hijos, padres o hermanos, o algún otro tipo de beneficiario, envían dinero a nuestro país, para que sus allegados sobrevivan económicamente hablando.

Éstos envíos son considerados como remesas internacionales, mismas que son absurdamente consideradas como logros para la economía nacional, cuando en realidad son recursos “duramente ganados” de aquellos que tuvieron que salir de su país en busca de una mejor manera de subsistir, misma que no encontraron en su país de origen.

El presidente destacó una vez más que el monto récord de remesas de 4,500 millones de dólares en julio fue un logro de su gobierno, señalando que “las remesas llegan a las comunidades más pobres… esta derrama es la esencia de la estrategia oficial contra la crisis”.

“¡Tengan para que aprendan!” comentó de manera directa a “sus adversarios”.

Es evidente que si los paisanos incrementaron el envío de remesas a sus parientes en México ha sido por estas razones:

– La cuantiosa inyección de recursos para las familias que hizo el gobierno de Biden como parte del gasto anti cíclico para combatir la recesión.

– Esto resultó en una vigorosa recuperación de la economía estadounidense que les permitió a los paisanos retener o recuperar su empleo.

– El esfuerzo y la solidaridad con sus receptores mexicanos para apoyarlos en la pérdida de ingresos y empleos por una política gubernamental equivocada para paliar la crisis.

Así que el incremento en las remesas, es mérito de la decisión de los propios paisanos y de la política de gasto fiscal de Estados Unidos. Si este año las remesas alcanzaran 48,000 millones de dólares como se estima, Biden habrá contribuido más a la recuperación de las familias mexicanas que el gobierno de la 4T.

Estas remesas, a lo largo de la crisis, no han dejado de incrementarse. Y no solo en México, sino en toda Latinoamérica. De no ser por las remesas, los daños hubieran podido ser irreparables. Pues las remesas han contribuido ampliamente a mantener los niveles de renta de las familias en el país, permitiendo a muchas de ellas consumir en un escenario en el que la incapacidad de operar por el COVID, con una marcada informalidad económica, les dejaba sin ingresos. Y todo ello, sumado a que estas mismas remesas, en numerosas ocasiones, han sido el único escudo social para muchos habitantes, que no contaban, por esa informalidad entre otros factores, con un subsidio mínimo para vivir.

Para que nos hagamos una idea, 1.8 millones de hogares mexicanos reciben remesas del exterior y sustentan sus familias gracias a ellas.

Ya que hablamos de remesas, conviene aclarar algunos mitos sobre éstas.

Jesús Cervantes, quien por años fue el responsable en el Banco de México de las metodologías, medición y análisis de remesas, y ahora lo hace desde el CEMLA, ha desmitificado con claridad estas ficciones:

  • Se ha dicho que, de acuerdo con datos de la ENIGH del INEGI, un monto muy reducido de las remesas llegó a las familias mexicanas. Esto es un error, pues la ENIGH se basa en encuestas mientras que la medición de remesas se hace con minuciosos registros de salida y recepción del dinero. La subestimación de la ENIGH de los ingresos familiares es un problema añejo que sobrestima la pobreza. Así, sin duda, los 40,600 millones de dólares de remesas en 2020 llegaron íntegramente a su destino de las familias en México.
  • Una segunda falacia es pensar que las remesas se utilizan para lavar dinero del narcotráfico. El promedio de una remesa es cerca de 400 dólares. Sería absurdo pensar que el crimen organizado lava dinero de manera hormiga, realizando millones de operaciones de remesas lo que requeriría amplias redes en ambos lados de la frontera. Lavar dinero a gran escala es más eficiente.
  • Finalmente en el reciente News del IMEF (no. 28, en www.imef.org.mx), señala que los remitentes de remesas, contrario a lo que se cree, no son exclusivamente hombres. El autor aporta evidencia de envíos por género, y encuentra que el 25% de las remesas a México fueron enviadas por mujeres. Pero también en la recepción: el 64% del total fueron mujeres. Esto es evidencia del creciente empoderamiento del sexo femenino en el envío de remesas. Poder económico que no logran las mujeres en México al haber sido las más afectadas en su empleo debido a la pandemia, además de otros problemas no resueltos como los feminicidios.

Es fácil “colgarse una estrellita ajena” para justificarse… ¿no lo crees?

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