Los altos precios en el petróleo puede afectar el nivel inflacionario

El precio del petróleo continúa con su escalada, que por ahora parece no detenerse. Los expertos, incluso, vaticinan que el oro negro rompa la barrera de los 100 dólares el barril en lo que queda de año.

Antonio Castelo, analista de iBroker, explica que el incremento del precio del crudo se debe a “la concatenación de una reducción en la oferta y un incremento de la demanda” de la materia prima.

Por el lado de la reducción de la oferta, Castelo señala, que los recortes voluntarios aplicados por parte de Arabia Saudí y Rusia, entre otros países miembros de la OPEP, ascienden a 1,66 millones de barriles diarios. Un recorte que permanecerá hasta finales del 2024.

Mientras, el exceso de demanda se explica por “la fortaleza de la economía americana que se resiste a ceder y por una percepción más positiva de la recuperación de la actividad en China, que la que se mantenía hasta hace unas semanas”, desarrolla el analista de iBroker.

La Reserva Federal (Fed) decidió mantener sin cambio la tasa de fondos federales en 5.25%-5.50%, luego del alza realizada en julio pasado por decisión unánime, a cambio de dejar constancia clara de que lo hará en la próxima reunión el 1 de noviembre. En este sentido, la comunicación del banco central ha sido bastante clara al pausar las alzas cada dos reuniones.

Si bien en el comunicado del Comité de Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) se reconoce que la actividad económica se ha expandido a un ritmo sólido; también manifestó su preocupación por las condiciones crediticias para los hogares y las empresas que puedan dañar la actividad económica a futuro. Aunque confían en la resiliencia y solidez del sistema bancario.

Ante el temor de que una política monetaria muy agresiva pueda generar un fuerte daño a la economía considerando el efecto rezagado de las alzas de la tasa de interés iniciadas en marzo de 2022 y que se fueron intensificando en el segundo semestre del año pasado, prefirió adoptar una postura más cautelosa.

Sin embargo, mandaron el mensaje de que mantendrán las tasas elevadas más tiempo de lo que esperaban los analistas e incluso la de referencia cerrará 2024 por arriba de 5% al mantenerse la inflación en niveles todavía elevados.

A pesar de que el mercado laboral ha dado algunas muestras de debilitamiento en los últimos meses, sigue siendo fuerte, por lo que la presión de demanda y el incremento de los costos salariales siguen siendo un motivo de preocupación para el FOMC. Se ha destacado que la Reserva Federal de San Luis estima un crecimiento de 5.6% para el PIB del tercer trimestre, en comparación con el anterior, sobre todo impulsada por los servicios. Se reconoce que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá 2.1% en 2023 superando las estimaciones de principio de año.

En ese mismo sentido, la fuerte demanda turística, acompañada por un alza importante del precio de la turbosina podrían ocasionar un incremento importante de las tarifas aéreas los próximos meses. Pero el aumento de los precios también se observa en el sector de entretenimiento, así como en restaurantes y bares, esto es, en comidas fuera de casa.

Lo que tranquilizó a las autoridades monetarias fue que si bien la inflación de precios al consumidor ha registrado un ligero repunte en julio y agosto, la básica, que elimina los componente volátiles de alimentos y energéticos, continuó con su tendencia de baja. Sin embargo, no dejaron de hacer hincapié que la inflación sigue siendo alta y buscan que regrese al objetivo de 2%.

Hace unos meses, ante el debilitamiento de la economía mundial, especialmente de China, el precio de las materias primas, incluido el petróleo, habían venido disminuyendo, junto con el restablecimiento de las cadenas de suministro y la eliminación de la escasez de semiconductores y chips, se alentó la expectativa de que la inflación bajaría más rápido y por ende, los bancos centrales comenzarían a reducir las tasas de interés para alentar de nuevo el crecimiento. Sin embargo, este escenario se ha ido modificando ante la resiliencia de la economía mundial y el repunte del precio del crudo.

En el caso de México, un mayor precio del petróleo, según lo mostró la Secretaria de Hacienda y Crédito Público en los Criterios Generales de Política Económica para 2024, puede tener un efecto neto favorable para las finanzas públicas. Sin embargo, podría ocasionar un alza no esperada del precio de la gasolina, que en su enorme mayoría sigue siendo importada.

Por otra parte, algunos expertos consideran que este aumento podría ser temporal, porque mayores precios impulsarían la producción de petróleo de otros países ocasionando una mayor oferta a la cantidad demanda ocasionando una disminución posterior. En conclusión, regresa la discusión sobre si las presiones inflacionarias son temporales o permanentes.

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