Hay planes para utilizar los remanentes de operación de Banxico para reducir la deuda pública. El gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda, está obligado por ley a destinar al menos el 70% de estos recursos a la amortización de la deuda pública.
El remanente de operación de Banxico son los ingresos que el banco central tiene después de cubrir sus gastos y obligaciones.
Por ley, el 70% de este remanente debe usarse para pagar o reducir la deuda pública. El 30% restante se destina a fortalecer el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios o cubrir déficits fiscales.
El gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda, decide cómo se aplica este dinero, prioritariamente para pagar deuda pública.
La reducción de la deuda pública es importante para fortalecer la economía y evitar que el país se vea en una situación de endeudamiento excesivo.
Economistas de Citi calcularon que el banco central generó una utilidad por el equivalente a tres puntos del PIB, y consideraron que el banco central tendrá que tomar el equivalente a 2 puntos del PIB, unos 760,000 millones de pesos para reponer las pérdidas de ejercicios previos y reconstituir su propia reserva.
Y después, tal como lo dicta la Ley del Banco de México, entregará al gobierno federal el importe íntegro de su remanente de operación.
Banco de México podría obtener remanentes totales de 3 puntos porcentuales del PIB, pero entre amortizaciones y creación de reservas, dejarán 0.5% del PIB para el pago de deuda.